Con los pies en el suelo...

Paseando, por cualquier lugar, alejado del mundanal ruido que le rodea, cabizbajo, siguiendo el ritmo que le marcan sus pasos, con la mirada fija en la punta de sus pies, avanza poco a poco, solo, en la soledad de sus pensamientos, encerrado en si mismo, protegiéndose del amargo dolor de todo aquello que perdió, caminando con su brillante armadura y su sonrisa reluciente, sin mostrar ni un atisbo de su tristeza contenida, muriendo por dentro, desgarrado. Avanzando, intentando no mirar atrás, intentando no mirar al cielo, pues ahí arriba, algún día, fue donde vivieron sus sueños.


A Dany